¿Cómo lograremos que el estudiante sea el centro del proceso de aprendizaje?
1. El docente debe cambiar su forma de pensar y sobre todo ajustarse a las necesidades, intereses y expectativas que poseen las nuevas generaciones, por cierto que son muy diferentes a las que nosotros teníamos cuando éramos niños y adolescentes. Debe ver al discente ya no como un mero receptor de información, pasivo y al que se le brinda toda la información para hacerle más “fácil” su labor y su aprendizaje, sino, como un elemento activo dentro del proceso de enseñanza aprendizaje al cual se le debe dar la oportunidad de formarse como persona autosuficiente y autodidacta. Seguir en “lo de siempre” es una forma de pensar que está muy alejada de la realidad, ya que en lugar de agilizar el proceso enseñanza-aprendizaje, estamos formando “personas” dependientes, carentes de un autoaprendizaje y de sentido analítico y de responsabilidad.
2. Debemos estar conscientes de que la era actual está pidiendo a gritos que nuestros estudiantes sean personas más participativas, capaces de buscar información, seleccionarla y evaluarla; que sean creativos, críticos y autocríticos con ellos mismos y con la sociedad en la que viven. El alumno “moderno” debe ser consciente de su realidad, de su autoformación y de su papel en la sociedad. Debemos recordar también que ellos aprenden más rápido en relación a como nosotros trabajamos y que el hecho de vivir en esta era de la información y la comunicación, implica que posee habilidades y destrezas en el uso de las nuevas tecnologías y que sobrepasan con creces el conocimiento que nosotros tengamos de ellas.
3. El docente debe convertir en un tutor y moderador virtual, que sea realmente un comunicador y que deje su papel de “sabelotodo”. Del alumno: para que pueda hacer uso de la interactividad que se genera en el uso de estas tecnologías, que sea más conciente de su proceso de enseñanza-aprendizaje y que pueda construir y reconstruir por medio de ellas su pensamiento y por ende su visión del mundo. Es, en definitiva, un binomio donde el cambio de uno va a afectar e influenciar el cambio del otro.
¿Cómo los docentes logramos apoyar la formación en valores a través de la Web?
Las TIC deben ser incorporadas de acuerdo a las necesidades e intereses de los alumnos y al nivel en el que se encuentran. Esta incorporación debe ser progresiva y no abrupta y sorpresiva, como suele suceder en algunos casos.
Debemos recordar que la Enseñanza en Medios y Tecnologías de la Información y Comunicación tiene que estar fundamentada en tres ámbitos: educar en los medios, con los medios y para los medios. Esto significa que se debe educar en el estudio de los medios en sí, buscando estrategias de aprendizaje y enseñanza con los medios e incentivar en el alumno actitudes que fomenten el consumo selectivo, el espíritu crítico y el criterio personal.
Nuestro reto es lograr que nuestros estudiantes se sientan así y que hallen en estas tecnologías formas diferentes de comunicarse y que por medio de ellas puedan expresar sus inquietudes, intereses y motivaciones, olvidándonos de la idea de la frialdad y violencia tan relacionadas y estereotipadas con ellas. Podemos seguir siendo humanos, aún si las utilizamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario